Pellechiella | Panettone de Salvatore Gabbiano
El ganador del Campeonato del Mundo de Panettone 2019 no es de Milán. Viene de Campania, una afirmación confirmada por dos jurados de expertos: uno técnico y otro crítico. El ganador para los críticos es Salvatore Gabbiano, la leyenda de la escuela napolitana del panettone. La Pasticceria Gabbiano, situada en el corazón de Pompeya, ofrece todos los dulces de la tradición napolitana y más. Salvatore Gabbiano también produce pasteles panettone de alta calidad, elaborados con mantequilla, levadura natural y mucha dedicación. Desde los pies del Vesubio, sus pasteles de panettone han conquistado toda Italia. Con Salvatore, la tradición pastelera napolitana se une a la gran maestría de los productos leudados. De esta unión nacen pasteles panettone creativos y únicos, como el legendario Pellechiella.
Las estrellas indiscutibles de este panettone excepcional son los albaricoques Pellecchiella que crecen al este del Vesubio. Suaves, dulces y extremadamente fundentes, los albaricoques de Pellecchiella aportan matices de sabor realmente inéditos, que hay que probar.
Pellechiella | Panettone de Salvatore Gabbiano
El ganador del Campeonato del Mundo de Panettone 2019 no es de Milán. Viene de Campania, una afirmación confirmada por dos jurados de expertos: uno técnico y otro crítico. El ganador para los críticos es Salvatore Gabbiano, la leyenda de la escuela napolitana del panettone. La Pasticceria Gabbiano, situada en el corazón de Pompeya, ofrece todos los dulces de la tradición napolitana y más. Salvatore Gabbiano también produce pasteles panettone de alta calidad, elaborados con mantequilla, levadura natural y mucha dedicación. Desde los pies del Vesubio, sus pasteles de panettone han conquistado toda Italia. Con Salvatore, la tradición pastelera napolitana se une a la gran maestría de los productos leudados. De esta unión nacen pasteles panettone creativos y únicos, como el legendario Pellechiella.
Las estrellas indiscutibles de este panettone excepcional son los albaricoques Pellecchiella que crecen al este del Vesubio. Suaves, dulces y extremadamente fundentes, los albaricoques de Pellecchiella aportan matices de sabor realmente inéditos, que hay que probar.