Classico Milano | Panettone de Salvatore Gabbiano
Suave y delicado, caracterizado por una rica masa elaborada con materias primas seleccionadas, este panettone es un canto a la tradición y un homenaje a la larga historia del pastel leudado por excelencia.
El mejor panettone del mundo de la tradición artesana milanesa
Presentamos el mejor Panettone Tipico della Tradizione Artigiana Milanese del mundo. El ganador no procede de Milán, sino de Campania, y esto nada menos que para dos jurados de expertos: uno técnico y otro crítico. El ganador para los críticos fue la leyenda de la escuela napolitana del panettone, Salvatore Gabbiano. En pleno centro de Pompeya, Pasticceria Gabbiano ofrece todos los dulces de la tradición napolitana. Pero eso no es todo. Salvatore Gabbiano también elabora excelentes pasteles panettone hechos con mantequilla, levadura natural y mucho trabajo. Y desde su sede a la sombra del Vesubio, sus pasteles de panettone han conquistado toda Italia. Con Salvatore, la tradición pastelera napolitana se une a la gran técnica de la levadura.
Classico Milano | Panettone de Salvatore Gabbiano
Suave y delicado, caracterizado por una rica masa elaborada con materias primas seleccionadas, este panettone es un canto a la tradición y un homenaje a la larga historia del pastel leudado por excelencia.
El mejor panettone del mundo de la tradición artesana milanesa
Presentamos el mejor Panettone Tipico della Tradizione Artigiana Milanese del mundo. El ganador no procede de Milán, sino de Campania, y esto nada menos que para dos jurados de expertos: uno técnico y otro crítico. El ganador para los críticos fue la leyenda de la escuela napolitana del panettone, Salvatore Gabbiano. En pleno centro de Pompeya, Pasticceria Gabbiano ofrece todos los dulces de la tradición napolitana. Pero eso no es todo. Salvatore Gabbiano también elabora excelentes pasteles panettone hechos con mantequilla, levadura natural y mucho trabajo. Y desde su sede a la sombra del Vesubio, sus pasteles de panettone han conquistado toda Italia. Con Salvatore, la tradición pastelera napolitana se une a la gran técnica de la levadura.